El overstriding es un error que se comete al querer correr más rápido alargando la zancada. Esto, además de descuidar tu técnica de carrera y no mejorar tu ritmo, puede conllevar un mayor riesgo de sufrir una lesión, por lo que debes corregirlo.
Si quieres saber en qué consiste exactamente este error y qué es lo que debes hacer para evitarlo, no te pierdas este artículo.
¿Qué es el overstriding en el running?
Al traducir directamente del inglés la palabra overstriding, nos encontramos con que ‘stride’ significa zancada y ‘over’ significa por encima de o sobrepasar algo, por lo que este término hace referencia a una zancada demasiado larga o sobrepasada. Esto es un error a corregir que pueden cometer principalmente en los corredores que se están iniciando en el mundo del running y piensan que con una zancada larga van a a conseguir avanzar más rápido, y no es así.
Cuando se alarga en exceso la zancada, se descuida la técnica de carrera, dado que en este caso lo normal es pisar con el talón en lugar de con el medio pie y como consecuencia de ello, la pierna queda demasiado recta, por lo que se transmite el fuerte impacto contra el suelo de una forma irregular por toda la pierna, sufriendo especialmente la tibia y la rodilla. Esto lo que hace es que tengas que frenar innecesariamente, por lo que, en lugar de ir más rápido, que es lo que se cree que se va a conseguir al dar una zancada demasiado larga, se va a conseguir justamente lo contrario.
Otra de las consecuencias de esta longitud de zancada inadecuada es que vas a emplear demasiada energía en darla, por lo que tus músculos se van a fatigar antes y vas a volver a ver tu rendimiento disminuido nuevamente.
¿Por qué hay que evitar el overstriding?
Ya hemos hablado de la postura correcta para correr, y te recuerdo que para dar una zancada correcta, el pie que se apoya en el suelo debe aterrizar directamente debajo del cuerpo y nunca por delante de él. Cuando este pie toca el suelo, tu rodilla debe estar ligeramente flexionada para que se doble de una forma natural cuando recibe el impacto. Son tus tobillos y tus pies los que deben impulsarte hacia adelante con potencia, notando cómo los músculos de la pantorilla son los que te propulsan. Debes apoyar con toda la planta del pie y evitar hacerlo con el talón o con la parte de delante.
El error comienza por intentar abarcar más terreno en un sólo paso, creyendo que así vas a ir más rápido. Esto produce que tengas que aterrizar muy por delante de tu centro de gravedad, lo que implica descuidar tu técnica de carrera traduciéndose en una forma poco eficiente de correr que provoca inevitablemente un gasto de energía innecesario, que irás acumulando con el paso de los kilómetros y por tanto, notando.
Otro de los inconvenientes no menos importante de dar las zancadas demasiado largas es que te va a producir dolencias en las articulaciones inferiores, principalmente en las rodillas, en las tibias y en los sóleos, porque el impacto con el suelo va a ser mayor y se va a repartir de forma irregular, aumentando por tanto el riesgo de sufrir una lesión en alguna de estas zonas, algo que desde luego, es necesario evitar.
Además, el hecho de dar zancadas demasiado largas, no va a favorecer que tengas movimientos fluidos al pisar, ya que al pisar muy por delante de tu centro de gravedad, vas a ir frenando cada vez que apoyes el pie según avanzas, por lo que vas a ver disminuida tu eficiencia de carrera.
¿Cómo puedo corregir el overstriding?
La mejor forma de detectar si estás cayendo en el error del overstriding es grabarte o mejor, pedir a alguien que te grabe mientras sales a hacer running. Hoy en día, los smartphones permiten realizar grabaciones con una calidad más que aceptable para lo que necesitas, que es detectar si cometes este error y en caso afirmativo, corregirlo para mejorar tu eficiencia de carrera y disminuir el riesgo de lesiones.
La mejor forma de corregir el overstriding es prestar atención a la técnica de carrera y a tu ritmo de respiración. Para ello, tienes que ejecutar tus sesiones de entrenamiento con el mayor control posible, y si quieres aumentar tu velocidad sin dar zancadas demasiado largas, para ello tienes que aumentar tu cadencia de carrera. Es decir, tienes que dar pasos más cortos pero hacerlo más rápido, siendo la frecuencia ideal entre 170 y 190 pasos por minuto, pero sin alejar el pie cada vez que lo apoyes, ya que tienes que pisar lo más cerca posible de tu centro de gravedad.
Ahora me dirás que si aumentas la velocidad tienes que aumentar la cadencia y con ella la amplitud de la zancada, y aunque es cierto, no tienes que caer en el error de alejar tu pierna de apoyo de tu centro de gravedad. Por eso, para ser más eficiente corriendo y no caer en el error del overstriding, tienes que enfocarte en dar tu pisada justo por debajo de tu centro de gravedad, y así conseguirás evitarlo.
¡No descuides tu técnica de carrera!
Y por supuesto, no debes renunciar nunca a cuidar tu técnica de carrera por intentar correr más rápido. Procura siempre mantener una postura correcta manteniendo tu espalda recta y el cuerpo levemente inclinado hacia delante, y así conseguirás que tus piernas queden ligeramente flexionadas y evitarás estirarlas casi por completo, alejando así la posibilidad de cometer overstriding.