¿Eres de esas personas que adoran el buen tiempo porque disfrutan de la costa al 100%? Si te vas a ir de vacaciones o si vives cerca del mar, puede que estés pensando en trasladar tus entrenamientos a la playa. Aunque parezca muy idílico sentir la brisa marina mientras corres, ten en cuenta que no todo pueden ser ventajas…
En este artículo voy a contarte los pros y los contras de correr por la playa, así como algunos consejos útiles para correr sobre este terreno de la forma más segura posible. Es recomendable que los tengas en cuenta si al final decides entrenar corriendo por la orilla del mar.
¿Es Bueno Correr por la Playa?
Seguro que has leído y escuchado muchas veces que no hay nada más saludable para tu organismo que caminar por la orilla del mar. Y es una gran verdad. Caminar por la playa es uno de los mejores ejercicios que se puede hacer ya que es muy beneficioso para estimular la circulación del flujo sanguíneo, prevenir la aparición de varices, fortalecer los músculos o quemar calorías. ¿Pero qué pasa si hablamos de correr en lugar de caminar? ¿También es igual de beneficioso?
Lo cierto es que vas a encontrar opiniones y estudios tanto a favor como en contra de correr por la playa. Por eso tienes que conocer los pros y los contras de entrenar sobre este tipo de terreno para que saques tus propias conclusiones.
Correr por la Playa: Pros
Vamos a ver tres puntos a favor:
- Cuando corres por la playa vas a realizar un trabajo más intenso. Y esto se debe en gran parte al terreno, ya que, al ser de arena, va a oponer mayor resistencia que la tierra firme y gracias a eso conseguirás quemar más calorías y fortalecer más los músculos de las piernas.
- También estarás mejorando la respiración. Gracias a la humedad del mar, las bajas presiones y la temperatura respirarás mejor y tu organismo recibirá mayor cantidad de oxígeno.
- El poder relajante de la playa es otro de los factores a su favor. Aunque estés ejerciendo un esfuerzo, el sonido de las olas del mar mantendrá tu mente y tu cuerpo relajados. Además piensa que romper con la rutina y correr por un nuevo ambiente siempre aumentará tu motivación.
Correr por la Playa: Contras
También existen ciertos riesgos que hay que valorar a la hora de correr por la playa:
- La arena de la playa, como sabes, no es llana y firme. Se trata de un terreno inclinado e irregular con fuertes desniveles. Esto repercute en tu carrera, ya que siempre vas a correr con un pie más alto que otro, la cadera desnivelada y una pierna más flexionada. Ese movimiento asimétrico no es bueno para ti y puedes verte obligado a forzar una pisada antinatural que te obligará a adoptar una postura inadecuada al correr y que además puede desencadenar la aparición de una lesión.
- De hecho, si tienes algún problema articular en los huesos o en los tendones, no es aconsejable que salgas a correr por la playa. De igual modo, si has sufrido alguna lesión en el último año en rodillas o tobillos podría reaparecer si realizas está práctica.
- Por otro lado, las altas temperaturas y la humedad favorecen la deshidratación, por lo que deberás tenerlo en cuenta. Del mismo modo, una exposición al sol prolongada sin una buena protección solar puede ser muy lesiva. Sobre todo si tienes la piel muy sensible o atópica.
6 Consejos para Correr por la Playa de Forma Segura
Como has podido ver, salir a correr por la playa tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y dependiendo de la persona y su estado de forma es más o menos recomendable esta práctica.
De todas formas, si aún sabiendo los contras quieres probar a salir a correr por la playa, te voy a dar unos cuentos consejos a tener en cuenta para hacerlo de la forma más segura posible. Toma nota.
1. ¿Correr con Calzado o sin Calzado?
Cuando salgas a correr por la playa te darás cuenta que habrá personas que lo hacen sin zapatillas. Te preguntarás qué es mejor, correr descalzo o con zapatilllas, y aunque puedes encontrar estudios tanto a favor como en contra de correr descalzo por la playa, es necesario que conozcas que es bueno para unas cosas pero desaconsejable en otros casos, y tienes que valorar los pros y los contras.
Si corres descalzo verás como los dedos de tus pies se clavarán en la arena para darte mayor impulso, con lo que trabajarás con mucha mayor intensidad los cuádriceps y los gemelos y se fortalecerán tus tobillos. Sin embargo, la falta de soporte y de rebote te puede llegar a ocasionar problemas. Piensa que tus pies están acostumbrados a correr con zapatillas y los músculos de tu pie no están lo bastante fortalecidos como para dar el 100%.
La arena es un terreno irregular y pisar un desnivel sin zapatillas podría suponer una mala torcedura. Del mismo modo, pueden haber conchas, cristales u objetos cortantes que podrían ocasionarte una herida. Mi recomendación es que si eres principiante optes por llevar siempre zapatillas de running con una buena amortiguación. Si sufres de fascitis plantar, algún esguince o lesión reciente en el tobillo o el tendón de Aquiles, no deberías ni siquiera intentarlo.
2. Cuidado con el Calor y las Mareas
A la hora de salir a correr por la playa vas a tener que cerciorarte de varias cosas. Una de ellas es elegir el mejor momento del día y otra es saber cuáles son los horarios de la marea.
Lo principal es que no salgas a correr durante las horas de más calor (de 10:00 a 16:00). Así evitarás el riesgo de padecer una deshidratación, una insolación o un desmayo. La mejor opción suele ser a primeras horas de la mañana (de 6:00 a 9:00). No sólo porque eludirás las horas donde el sol es más fuerte sino porque la arena también estará más virgen y más vacía de turistas. No olvides estar hidratado o llevar agua encima por si la necesitas.
Por otro lado, también es importante que no descuides el hecho de consultar el horario de las mareas. De esta forma te asegurarás de si vas a tener bastante espacio para correr y si a la vuelta ese trozo de la playa seguirá disponible o si estará completamente inundado y te verás atrapado.
3. Corre por la Arena Húmeda
Cuando salgas a correr por la playa trata de correr siempre por la zona de la orilla, donde la arena está mojada y el terreno es más duro y firme. Recuerda que la zona perfecta para correr es aquella en la que la arena es más compacta y el terreno está menos inclinado.
Si decides correr por la arena blanda y seca, el riesgo de sobrecargar las articulaciones es mayor. Además hay más probabilidad de que pises un desnivel y sufras una torcedura. Puedes probar a correr por la arena blanda en series cortas para reforzar un poco tus tobillos, pero no lo hagas de forma habitual.
Si sientes la tentación de correr por el agua, aplica lo mismo que para correr por la arena blanda. Hazlo en series cortas y poco intensas. Podrás fortalecer tus gemelos pero, si llevas zapatillas, recuerda que un pie húmedo y una zapatilla mojada no son una buena combinación.
4. Evita la Carrera Continua
Lo cierto es que los contras que supone correr sobre la superficie de la playa son importantes y más si tienes pensado hacer carrera continua. En ese caso podrían acentuarse y ser más lesivos. Debes ser consciente que, por la irregularidad del terreno, no vas a poder entrenar como siempre y correr los kilómetros a los que llegas habitualmente, por mucha playa que tengas por delante. Correr bajo estas condiciones queriendo entrenar largas distancias podría suponer un problema para tus articulaciones.
Mi recomendación es que si sales a correr por la playa ‘cambies el chip’. Es preferible que hagas entrenamientos de intensidad moderada pero que sean cortos. También puedes variar haciendo sprints, ejercicios de propiocepción o carreras en zig zag. A lo que me refiero es a que enfoques este tipo de entrenamiento a un trabajo de fuerza más que de resistencia. Un entrenamiento de 20 o 30 minutos será suficiente, ya que correr por la arena de la playa supone un gasto energético de 2 a 2,5 veces más.
No olvides que el terreno está inclinado y vas a sobrecargar más una pierna que la otra. Por lo que es aconsejable que hagas la mitad de tu entrenamiento en una dirección y la otra parte en la dirección contraria. No olvides tampoco calentar y estirar antes y después.
5. Protege tu Piel
Aunque te he comentado que debes evitar salir a correr durante las horas de más calor, eso no significa que no debas proteger tu piel. Aunque el día esté nublado los rayos solares se filtran a través de las nubes y el efecto reflectante del mar y de la arena puede afectar a tu piel.
Sal a correr con protección solar y si tienes la piel muy sensible utiliza un factor de protección alto. El uso de una gorra, una visera o unas gafas de sol también protegerá tu cabeza, tu cuero cabelludo y tus ojos de los molestos reflejos.
En cuanto a la protección de las rozaduras, recuerda que la arena puede ser muy abrasiva en contacto con la piel. Elige unas zapatillas que sean bien cerradas o unos buenos calcetines para evitar que te entre demasiada arena y aparezcan esas molestas rozaduras.
6. Escucha la Música del Mar y Date un Chapuzón
Ya que estás junto al mar ¡aprovéchalo! Deja en casa el reproductor de música y escucha el sonido de las olas y del océano. No hay nada más estimulante que escuchar sonidos u olfatear olores a los que no estás acostumbrado. Salir de la rutina y relajarte te vendrá genial para motivarte y romper con lo de siempre.
Y después de entrenar… ¿Por qué no darse un baño? En lugar de irte a casa sin más, puedes aprovechar y acabar de relajarte dándote un chapuzón en el mar. Tus poros estarán abiertos así que es el mejor momento para disfrutar el agua del mar y refrescarte. Además, los minerales que contiene pueden ser muy beneficios para la piel y el vaivén de las olas estimulará tu circulación sanguínea.
Correr por la Playa: un Placer con Riesgos
Como ves, correr por la playa no es todo lo idílico que posiblemente pensabas. Tiene sus riesgos y es muy importante tenerlos en cuenta antes de lanzarse a la aventura. Si sufres o has sufrido una lesión reciente no es aconsejable que realices esta práctica. Y si eres principiante o un corredor inexperto puedes hacerlo, pero con todas las precauciones posibles.
Si eres capaz de seguir estos consejos y tu estado físico te lo permite, los beneficios que obtendrás al correr por la playa serán muy satisfactorios. Recuerda que quemarás más calorías y fortalecerás los músculos del tren inferior con mayor intensidad. Además, el efecto anti-estrés que te proporcionará correr junto al océano es una experiencia que, probablemente, no olvidarás.