8 Consejos Útiles para Correr Bajo la Lluvia

Si eres de los que utilizan la lluvia como excusa para quedarse en casa y no salir a correr, ¡se acabó lo de escabullirse!. ¡No lo veas como un incordio, sino como una experiencia!

Te va a pasar más de una vez, ya sea porque coincida una época de lluvias con tus entrenamientos o porque te sorprenda un chaparrón en mitad de una de tus salidas.

No te agobies. Se puede salir perfectamente a correr con lluvia, pero vas a tener que tomar una serie de precauciones como las que te voy a contar en este artículo. ¡Toma buena nota de estos consejos y no dejes que nada te frene!.

1. Lleva Indumentaria Adecuada para la Lluvia

Este punto es obvio y no podía dejar de ser el primero: no vas a poder salir a correr con cualquier vestimenta. Tu ropa tiene que ser técnica y fabricada con tela sintética para que no absorba el agua. Será la única forma de mantenerte seco y ligero. Ya te he comentado en más de una ocasión que el algodón no es el mejor tejido para correr, porque retiene el sudor, y en caso de lluvia, absorberá también el agua de lluvia y acabarás completamente mojado.

Aunque puede ser una prenda a la que recurras cuando llueve, en este caso debes evitar llevar un chubasquero o ropa totalmente impermeable, y el motivo es muy simple: puede crear un efecto invernadero que te haga sudar más de la cuenta. Lo que quieres evitar es mojarte, y por eso debes elegir una vestimenta resistente al agua que sea transpirable.

Un cortaviento sobre la ropa técnica puede ser una buena opción, así como el uso de gorra o visera para proteger tus ojos (sobre todo si usas gafas).

2. Realiza el Calentamiento y la Recuperación en Seco


Si vas a salir cuando ya está lloviendo, es preferible que realices el calentamiento bajo una zona cubierta donde no te mojes. Si no pudieras hacerlo, tendrás que calentar en casa y salir directamente a correr. Siempre es mejor mojarte una vez que has calentado ya que de esta manera sólo tendrás que mantener el calor corporal.

Si la lluvia te pilla a mitad del entrenamiento, y vas bien equipado, no te preocupes. A esas alturas ya habrás calentado suficiente y no te afectará tanto el cambio de temperatura y las condiciones ambientales.

En ambos casos la recuperación sí que debes hacerla siempre a cubierto. Si puedes, baja el ritmo a trote suave y finalmente haz tus estiramientos en un interior o ya directamente cuando llegues a casa. Así mantendrás el calor corporal todo el tiempo posible antes de enfriarte.

3. Reduce la Velocidad y la Intensidad cuando Llueva

Un día de lluvia, no debes salir a correr como si fuera un día de entrenamiento habitual. En estos casos, es importante que adaptes y modifiques tu técnica de carrera a las condiciones meteorológicas para incrementar tu estabilidad y tu seguridad. Lo ideal es que realices medias distancias con pequeños cambios de ritmo en estos casos.

Según la intensidad a la que caiga el agua deberás reducir en mayor o menor medida el ritmo de tu carrera e incluso la longitud de tu zancada. Tus manos deberán ir libres de material durante la carrera (nada de llevar un paraguas, por ejemplo). El motivo es sencillo: si resbalas en el suelo mojado y caes, necesitarás tus brazos para reaccionar, apoyarte y reducir la gravedad del impacto.

Lo que no debes reducir es la hidratación. Que corras con menor intensidad no significa que ya no necesites beber. Piensa que seguirás sudando lo mismo o más y necesitando reponerte, sobre todo si la carrera va a ser larga.

4. Protege tus Pies al Máximo y Elige Bien el Terreno


Uno de los aspectos más importantes es que protejas tus pies todo lo posible. Los días de lluvia puedes utilizar unas zapatillas impermeables que se caractericen por tener un buen agarre para correr con más seguridad y firmeza sobre el terreno.

Los calcetines que uses también deben ser impermeables y antirozaduras. Si la piel de tus pies se reblandece debido al uso de un calzado o un tejido inadecuado, como el algodón, tienes mayor probabilidad de sufrir la aparición de molestas heridas y ampollas. Si aun así eres propenso a sufrir irritaciones utiliza vaselina para prevenir.

Por otro lado, es conveniente que elijas bien la superficie por la que vas a entrenar. Opta por aceras o asfalto y evita suelos más resbaladizos como barro, césped o tierra. Así será más fácil que no te encuentres charcos, hojas secas u obstáculos que te hagan caer y sufrir una lesión innecesariamente.

5. Usa Elementos Reflectantes para Mayor Seguridad

Dependiendo de la intensidad de la lluvia o de la niebla, la visibilidad será mayor o menor. Si además sales a correr a primeras o últimas horas del día, tienes que sumar la falta de luz. Por eso es recomendable que tu indumentaria sea de colores claros o llamativos.

Es importante que tu ropa o zapatillas incluyan elementos reflectantes o fluorescentes, pero si no lo tienen, siempre puedes llevar objetos o bandas reflectantes o mini luces estroboscópicas. Esto te ayudará a la hora de alertar de tu presencia a los vehículos, a los demás viandantes, a los ciclistas o a otros corredores.

Tú mismo también deberás estar más alerta de lo normal por si te encuentras algún obstáculo o vehículo. Si puedes, evita llevar música para tener los sentidos más agudizados y puestos en la carrera y el entorno, lo que te permitirá disfrutar de  oír la lluvia caer, que también tiene su punto.

6. Si la Situación Empeora, Refúgiate y Espera a que Amaine

Si el pequeño chaparrón se empieza a convertir en tormenta eléctrica, es hora de ponerte a cubierto y buscar un lugar donde refugiarte hasta que se calme un poco la situación. En caso de que no amaine y empieces a enfriarte demasiado, vas a tener que plantearte retirarte a tiempo antes de tener que lamentar luego alguna que otra consecuencia derivada del enfriamiento.

Si estás en el monte o cerca de árboles aléjate de ellos todo lo que puedas. Recuerda que los rayos siempre suelen caer en los puntos más altos, por lo que evita acercarte a ellos.

Por otro lado, en caso de que lleves el móvil o un dispositivo electrónico, lo mejor es que los metas una bolsa hermética. Si llueve con tal intensidad, por muy escondidos que los lleves, es muy posible que tus objetos de valor se mojen y se puedan estropear, por lo que se convierte en otro motivo para plantearte el punto y final de tu entrenamiento por ese día.

7. No pierdas la Motivación y Sigue Siempre Adelante

Si sales a correr cuando llueve te vas a mojar, así que es preferible que lo asumas cuanto antes. Los primeros 15 o 20 minutos te pueden resultar molestos, pero después te acostumbrarás y te adaptarás a esas condiciones. Puede que incluso hasta te resulte una experiencia divertida y disfrutes de la belleza del paisaje y del olor a tierra mojada.

Mientras todos corren para ponerse a salvo de la lluvia, tu corres bajo ella desafiando todas las reglas establecidas. Pero ten en cuenta que si ves que después de un rato sigues muy agobiado por la lluvia y te das cuenta de que no es lo tuyo, no fuerces la situación y vuelve a casa. Como dice el refrán, es preferible una retirada a tiempo que una derrota.

Y, por supuesto, no hagas caso de los mitos. No te vas a resfriar por salir a correr con lluvia mientras sigas estos consejos. Si así fuera, las carreras y maratones se suspenderían por la lluvia, y no se hace. De hecho, está demostrado que el ejercicio fortalece tus defensas, por lo que tu organismo estará más preparado para luchar contra la enfermedad.

8. La Llegada a Casa y los Pasos a Seguir

A la hora de llegar a casa después de una sesión con lluvia, deberás realizar tus estiramientos, pero ya a cubierto. Inmediatamente después debes quitarte toda la ropa mojada o húmeda y darte una ducha de agua caliente. De este modo recuperarás por completo tu calor corporal y evitarás enfriarte.

Comprueba que no tienes rozaduras ni irritaciones en las zonas de fricción más vulnerables a padecerlas, como el interior de los muslos, las axilas o los pies, sobre todo si se han  mojado. Si es así aplica alguna crema reparadora y calmante para la piel.

Si tus zapatillas se han mojado mucho, el mejor truco para que se sequen rápido es introducir papeles de periódico dentro para que absorban la humedad. Así evitarás que se deforme la zapatilla o aparezcan malos olores.

Finalmente, siéntate y recupera fuerzas tomando alguna bebida caliente como una infusión o un té. Si quieres extremar aún más las precauciones frente a gripes o resfriados, puedes fortalecer tu sistema inmunológico. Toma algo rico en Vitamina C, como un buen vaso de zumo de naranja.

Y si lo ves muy Negro, Cambia el Tipo de Entrenamiento.

Siempre utiliza el sentido común, y si ves que la tormenta es muy fuerte y crees que realmente está muy complicado salir a correr al aire libre, no te arriesgues, siempre tienes planes alternativos para no perder tu ritmo.

Una buena opción para un día como este puede ser correr en cinta, aunque también puedes optar por el entrenamiento de fuerza o el entrenamiento cruzado. Céntrate en realizar ejercicios para fortalecer el tren inferior o cambiando a otro deporte como la natación, esta vez en en piscina cubierta, claro.

¡No Dejes que la Lluvia te Frene!

Ahora ya lo sabes, que salga un día lluvioso no es excusa suficiente para quedarse en casa o no hacer nada. Si la intensidad es leve o moderada puedes salir a correr siguiendo estos consejos. Al fin y al cabo, ya sea por el sudor o la lluvia, rara vez vas a acabar un entrenamiento estando totalmente seco, ¿no?.