Como corredor siempre deberás extremar las precauciones cuando salgas a correr. ¿Por qué? Pues porque, generalmente, debes compartir tu ruta con otros viandantes, vehículos, animales, obstáculos o incluso otros corredores.
Si sales a correr habitualmente solo durante las primeras o últimas horas del día por lugares poco transitados, también son motivos de peso para extremar las precauciones que deberías toma y no llevarte ninguna sorpresa desagradable.
Por eso, en este artículo te voy a contar una serie de consejos útiles sobre seguridad, para que puedas ser capaz de disfrutar de sus entrenamientos con la mayor tranquilidad posible.
1. Además de un Corredor, Eres un Peatón
Cuando sales a correr y vas por la calle, aunque no vayas a la misma velocidad que un viandante normal, tienes los mismos derechos y las mismas obligaciones. Por eso, debes estar el doble de atento a la circulación, los obstáculos y las personas que haya a tu alrededor. Nunca debes bajar la guardia, aunque la fatiga empiece a aparecer.
Cuando estés en la ciudad, debes ir siempre por la acera, y te resulta posible, elige parques o espacios verdes donde haya sitio para correr libremente. Si vas a ir por la carretera, recuerda que debes ir siempre por el carril donde los vehículos vienen de frente (nunca le des la espalda al flujo del tráfico). De este modo, tanto el conductor como tú tendréis más tiempo y mayor facilidad para detectar vuestra presencia.
Procura prestar especial atención a las intersecciones, ya que pueden coincidir varios vehículos a la vez. Y también ve con cuidado en los cambios de rasante, donde puede aparecer un vehículo por sorpresa sin que te dé tiempo a reaccionar.
2. Conoce bien tus Rutas de Entrenamiento
Cuando salgas a correr, es conveniente que conozcas muy bien las rutas que vas a seguir, así como cerciorarte que vas a correr por zonas seguras y con una buena iluminación por si empieza a anochecer. No te olvides tampoco consultar la previsión meteorológica antes de tus entrenamientos, ya que debes ir bien preparado por si bajan las temperaturas o por si llueve.
Otro punto importante es que en tus rutas haya algunos puntos de referencia (establecimientos o tiendas) para descansar o hidratarte, incluso sitios donde refugiarse si te pilla una tormenta. Aunque te resulte atractiva la idea de correr por zonas desiertas o bosques vírgenes… lo mejor es que evites ir solo por esas zonas despobladas (y más aún de noche).
Tampoco es aconsejable que siempre hagas la misma ruta. Ve cambiando de vez en cuando tu itinerario para que tus movimientos no sean tan predecibles. Además, tener un Plan B siempre es buena idea, no sólo por si te sientes vigilado, sino porque puede que algún tramo de nuestra ruta esté cortado por obras o por algún otro motivo.
3. Lleva Ropa Llamativa o Reflectante
La indumentaria que lleves para salir a correr también es esencial. Y en este caso más que al tejido o a la impermeabilidad de la ropa, debes prestar atención a los colores. Procura elegir prendas claras, de tonos fosforescentes y chillones para que se te vea bien.
Si vas a correr por la noche o a últimas horas del día, es obligatorio que lleves la ropa o zapatillas con bandas reflectantes. Si no tienes, puedes comprar cintas reflectantes y adherirlas a las prendas.
Las tobilleras que usan los ciclistas también te pueden servir. O incluso, si está muy oscuro, puedes optar por usar un chaleco reflectante normal y corriente. Si sigues sin sentirte seguro, también puedes hacerte con una luz frontal o luces intermitentes que revelen tu posición y que funcionen con una batería externa.
4. ¿Qué Sí Debes Llevar Encima al Salir Correr?
Hay elementos que sí es recomendable que lleves contigo en tus entrenamientos, como una tarjeta de identificación o un teléfono móvil. En caso de accidente o una mala caída, una pequeña tarjeta con tus datos personales puede ser muy útil para conocer información relevante sobre ti.
Si decides llevarla, plastifícala para que no se moje con el sudor o la lluvia y llévala en un bolsillo o atada al cordón de la zapatilla (incluso debajo de la plantilla de la zapatilla). Asegúrate de que tu identificación incluye datos esenciales como tu nombre, tu grupo sanguíneo o un teléfono de contacto de algún familiar.
Un móvil (con la batería bien cargada) también puede ser la solución a una emergencia en la que necesiten llamar a algún conocido o a las autoridades pertinentes. Activa tu GPS para estar localizable o utiliza alguna aplicación que te geolocalice y comparta tu ubicación con amigos o familiares concretos (Kitesring es una de las más conocidas, aunque solo está disponible en inglés). Si prefieres no llevar móvil, puedes optar por un silbato para pedir ayuda cuando veas una situación de peligro.
5. Cuidado con los Auriculares y los Objetos de Valor
Es posible que te guste acompañar tus entrenamientos con un poco de música para motivarte, pero el problema es que si llevas auriculares, estarás mermando uno de tus aliados más importantes para la supervivencia: tu radar auditivo.
Lo más recomendable es que no escuches música porque serás más vulnerable y menos consciente de lo que ocurre a tu alrededor. Aunque si llevas, al menos asegúrate de que el sonido esté lo más bajo posible, como si fuera un hilo musical para que no te distraiga demasiado.
Por otro lado, evita llamar la atención llevando objetos demasiado caros o valiosos. Deja en casa cadenas de oro, relojes de lujo o pulseras de marca. Lo mejor es pasar desapercibido y evitar atraer la atención de personas con malas intenciones. Pero si aún así te encuentras en una situación de peligro o amenaza, no dudes en llamar a la policía y pedir ayuda.
6. Deja una Nota, Informa a Alguien o Ve acompañado
Si no vas a llevar tu móvil, ni hay una cabina o establecimiento cerca desde donde puedas llamar en caso de emergencia puedes optar por otras opciones. Si compartes piso, deja una nota indicando tu ruta y la hora aproximada a la que volverás. Y, si vives solo, avisa a alguien por teléfono para que sepa de tu propósito.
Tómate esto en serio, sobre todo si vas a cambiar tu ruta habitual y vas a ir por un nuevo itinerario. Es importante que informes a alguien de dónde vas a estar y calcules lo que tardarás para que nadie se preocupe por ti.
Si aun así quieres sentirte de verdad seguro, lo mejor es que realices tus entrenamientos en compañía. Puede ser con tu pareja, tu mascota, tus amigos o con un grupo de corredores que conozcas online. Compartir una afición, también multiplicará tu motivación y tus ganas de superarte.
¡Fíate de tu Intuición y Corre con Seguridad!
Cuando sales a correr, aunque lo hagas para desconectar del mundo, no estás solo. Por eso debes estar alerta de todo lo que ocurre en tu entorno y darle prioridad a tu seguridad.
Trata de prever los movimientos, tanto de las personas como de los vehículos. Con el tiempo y la experiencia, sortear los obstáculos te resultará sencillo e instintivo. No olvides que eres un peatón y debes respetar las normas de seguridad vial, como cualquier viandante.
Si además corres por una zona urbana y a horas de luz escasa, aún debes ser más precavido todavía. Evita pasar por zonas inseguras e ignora la presencia de personas sospechosas o amenazadoras. ¡Recuerda que, por muy rápido que corras siempre es mejor prevenir!