Si quieres iniciarte en el mundo del running y elegir tus primeras zapatillas, lo primero que debes saber es que no existen las zapatillas perfectas.
La mejor zapatilla, más allá de un modelo o una marca, será aquella que se adapte mejor a tus necesidades según diversos factores que voy a analizar en este artículo, así que, ¡toma buena nota!.
Puntos a Tener en Cuenta para Comprar tus Primeras Zapatillas
1. Acude a un Centro de Deporte Especializado
Lo mejor es que acudas a un centro de deporte especializado donde un experto pueda analizar tu pisada y, atendiendo a tus necesidades, te recomiende los modelos de zapatillas de diferentes marcas que pueden ser los más adecuados para ti.
Debes probar siempre tus zapatillas primero y comprobar que te sientes realmente cómodo/a con ellas, como si no las llevaras puestas. Es recomendable que lleves tus propios calcetines, con los que vas a correr, y comprobar si el confort es óptimo.
Durante los entrenamientos largos o intensos y en climas más calurosos tus pies tenderán a dilatarse e inflamarse, por lo que necesitarán un poco de espacio extra. En este caso, puedes hacer dos cosas, o bien ir a probarte las zapatillas a última hora de la tarde, cuando el pie está más hinchado o bien comprar tus zapatillas con una talla extra (si por ejemplo usas un 43, puedes comprar un 43 y medio).
De esta forma, te asegurarás de no adquirir unas zapatillas que te vayan a apretar demasiado cuando tu pie tienda a dilatarse, ni que te vendrán demasiado holgadas. Para evitar esto último, elude probarlas a primeras horas del día cuando el tamaño del pie es más reducido.
Por otro lado, seguramente verás muchas ofertas en tiendas online con unos descuentos fantásticos, pero el riesgo de comprar unas zapatillas sin probarlas primero te puede salir muy caro. No obstante, si ya conoces tu talla para un modelo determinado con el que tienes experiencia y te sientes cómodo, puedes comprarlas en una tienda online.
2. Necesitas unas Zapatillas Cómodas para Correr
Desecha la idea de utilizar esas zapatillas tan cómodas que usas para ir a jugar al pádel, hacer senderismo o jugar al fútbol los fines de semana. Si quieres empezar a correr de forma habitual, necesitas comprar unas zapatillas adaptadas al ejercicio que vas a realizar. Si vas a correr al menos una vez por semana, hazte con unas zapatillas que tengan una buena amortiguación y te resulten muy cómodas, ya que son los dos elementos clave.
Piensa que, aunque no vayas a recorrer largas distancias desde el principio, ni quieras prepararte para una maratón, todavía no tienes una técnica depurada como corredor y es probable que adoptes algunos vicios al correr. Eligiendo unas zapatillas bien amortiguadas para iniciarte, tendrás menor probabilidad de lesionarte y podrás ir mejorando poco a poco tu técnica de carrera. Aunque tampoco debes dejarte llevar únicamente por la amortiguación: más adelante verás que pasarse tampoco es recomendable.
La forma física y el ritmo de la carrera también son importantes. Si no sueles practicar ningún deporte y sabes que vas a empezar a correr a ritmos lentos elige zapatillas flexibles y amortiguadas. Si, por el contrario, ya posees una buena forma física y tu musculatura está más desarrollada y tiene mayor flexibilidad, necesitarás zapatillas más ligeras y con menor drop (diferencia de altura entre el talón y la puntera) y menor amortiguación.
3. La Superficie Donde vas a Entrenar y el Clima
Es importante que tengas en cuenta el terreno donde vas a realizar tus entrenamientos. No es lo mismo correr sobre césped, montaña, asfalto, cemento o pista. Y por eso, existen diferentes tipos de zapatillas para principiantes que también están adaptadas a cualquier tipo de superficie. Así que es mejor que determines en qué lugar vas a ir regularmente a correr para ayudarte a elegir las zapatillas que necesitarás.
Si sales a correr sobre asfalto, por ejemplo, necesitarás unas zapatillas con una buena amortiguación. Mientas que, si corres por el parque o por la hierba, la estabilidad ganará mayor relevancia y tu suela requerirá mayor adherencia. Si te atreves con terrenos más pedregosos o senderos de roca, entonces tendrás que recurrir a zapatillas de trail que proporcionan mayor agarre, estabilidad y protección.
El clima es otro de los puntos clave a considerar, aunque no te parezca importante. Si vives en una zona lluviosa o sales a correr muy temprano y el terreno puede estar húmedo o resbaladizo, busca el modelo de zapatillas que se caracterice por tener la mayor adherencia posible a la superficie por donde vayas a entrenar.
4. Tu tipo de Pisada y Estilo de Carrera
No es lo mismo ser corredor pronador, supinador o neutro. Seguramente esto ya lo hayas escuchado antes pero no sabes muy bien qué significa. Tiene que ver, efectivamente, con la pisada que realizas al correr.
La pronación consiste en el giro que hace el tobillo hacia el interior del pie al realizar una pisada mientras corres. Pronar no es algo malo, de hecho, es un mecanismo natural de amortiguación del peso del cuerpo. Pero si la pronación es excesiva, notarás un patrón de mayor desgaste en el borde exterior interno de tus zapatillas. A la larga, una sobrepronación puede provocar molestias en el corredor, por lo que se aconseja comprar unas zapatillas adecuadas para corregirlo.
Cuando la pronación no es demasiado acusada, sino que la pisada es lo bastante básica como para únicamente absorber el impacto y aliviar la presión en las rodillas y las articulaciones, se habla de corredores neutros o biomecánicamente eficientes.
La supinación se da cuando el giro del tobillo es hacia el exterior del pie durante la pisada. En este caso, la reducción del impacto al aterrizar es insuficiente y el patrón de desgaste en las zapatillas se suele dar en el borde exterior externo. Solo un 5% de los corredores son supinadores, por lo que no hay mucha variedad de zapatillas específicas para ellos. Si es tu caso, deberás tener en cuenta que necesitarás unas zapatillas con mayor amortiguación y flexibilidad para corregir tu pisada.
Si quieres saber cuál es tu tipo de pisada, lo mejor es que acudas a un profesional para realizar una prueba de pisada.
5. La Estructura de tus Pies y el Peso de tu Cuerpo
Otros factores que debes tener en cuenta son tu peso corporal y la estructura de tus pies. Las zapatillas de running, generalmente, poseen rangos de peso recomendados en función de la estabilidad y la amortiguación que necesitas. Si pesas 65 kilos, por ejemplo, puedes llevar zapatillas ligeras con menor amortiguación, mientras que, si sobrepasas los 90 kilos, lo recomendable será que te hagas con unas con una amortiguación mucho mayor.
Por otro lado, averiguar qué tipo de arco de pie tienes, si no lo sabes, es muy sencillo. Puedes acudir a un podólogo o bien realizar la prueba de la huella. Saber qué tipo de arco de pie tienes (arco bajo o pies planos, arco normal o arco alto) te ayudará mucho a acotar el tipo de zapatillas que necesitas y a conseguir la mayor comodidad posible.
El ancho del pie también es un factor importante si quieres el máximo confort. Trata de elegir unas zapatillas que no te aprieten y que tengan cierta holgura en su interior para evitar la formación de ampollas, rozaduras u otras dolencias. Existen marcas que fabrican diversos anchos de zapatilla, siendo las más comunes que encontrarás la talla D para hombres y la B en mujeres. La diferencia entre las tallas suele ser de medio centímetro, así que, si tienes el pie más estrecho o más ancho, no dudes en recurrir a la talla que más te convenga.
No dejes de lado otras cuestiones de salud relacionadas con alguna lesión crónica o puntual que suelas tener con frecuencia. Consulta a tu médico o fisioterapeuta antes de elegir tus zapatillas. Por ejemplo, si eres propenso a torceduras de tobillo o rodilla, siempre será más conveniente que incidas en comprar unas zapatillas que te aporten la mayor estabilidad posible. De igual modo que si sueles sufrir calambres o sobrecargas en los gemelos, siempre será más aconsejable que uses unas zapatillas con drop alto (mayor diferencia de altura entre el talón y la zona delantera del pie).
6. El Presupuesto del que Dispones
Lo primero que debes tener claro es que ‘caro’, no significa necesariamente ‘mejor’. En el mercado vas a encontrar algunos modelos de zapatillas de hasta más de 200€, pero puede que esas no sean las más adecuadas para ti. De igual modo, no te compres unas zapatillas baratas y endebles, porque si te resultan incómodas te desmotivarás en seguida o te lesionarás más fácilmente, y si se desgastan o estropean muy deprisa tendrás que comprarte otras en poco tiempo.
Lo que necesitas son unas zapatillas que cuenten con los atributos necesarios que se adapten a ti. Por eso es mejor que hagas una inversión en unas buenas zapatillas de running que te vayan a durar más tiempo y con las que vayas a ir lo más cómodo posible, sin dejarte llevar únicamente por las tendencias o las modas.
En definitiva, sé realista con la compra de tus zapatillas. Las hay de gama alta, por supuesto, pero acabas de empezar. Hazte con unas de gama media y si te enganchas y vas progresando o quieres probar a entrenar en otro tipo de terrenos, ya tendrás la oportunidad de comprar unas zapatillas mejores. Recuerda que, además, con el tiempo se desgasta el dibujo de la suela y tendrás que renovarlas quieras o no.
7. Evita Cometer Ciertos Errores de Novato
Al principio te comentaba que uno de los elementos clave a la hora de elegir unas buenas zapatillas es la amortiguación que te ofrecen, y es cierto, pero sin exageraciones. Según estudios recientes, elegir unas zapatillas con una amortiguación excesiva favorece el taloneo (heel strike), disminuye notablemente la percepción para adaptarte al terreno en el corres y no deja que los músculos de los pies se tonifiquen y ganen la fuerza que deberían. Por lo que elige amortiguación, pero con moderación.
Evita por todos los medios comprar unas zapatillas demasiado pesadas, por mucho que te guste el color o el modelo que te hayas probado. A larga solo te traerán problemas, por lo que opta siempre por unas zapatillas livianas que no superen los 300 o 400 gramos.
No te olvides de la puntera de las zapatillas, es decir, de la parte delantera donde se ubican tus dedos. Es esencial que el ancho de la puntera sea lo suficientemente grande como para que no choquen tus dedos con las zapatillas (de ahí también el consejo de adquirir una talla extra). Omitir esto y correr con una puntera angosta generará que tus dedos se deformen, se arqueen o se monten unos encima de otros y que incluso sufran traumatismos internos, provocando que se ennegrezcan y amoraten.
¡Encuentra la Zapatilla Perfecta para ti!
No compres unas zapatillas porque las hayas visto de oferta o porque las usa un deportista al que sigues. Existen multitud de marcas y de modelos diferentes, de igual modo que existen multitud de corredores con gustos y cuerpos distintos, por lo que resulta imposible determinar cuáles son las mejores zapatillas para iniciarte en el mundo del running.
Por eso, teniendo en cuenta todos los factores que has visto en este artículo, lo mejor es que acudas a una tienda especializada y te ayuden a elegir las zapatillas perfectas para ti. Si estás convencido de que el running va a formar parte de tu vida, no descuides la búsqueda de tus zapatillas, ¡ellas serán tu mejor aliado para convertirte en un auténtico corredor!.