Si estás buscando tu primer pulsómetro, es más que probable que te hayan surgido muchas dudas antes de comprarlo. Y es que son muchos los elementos a tener en cuenta a la hora de elegir un pulsómetro para correr: con o sin GPS, con banda de pecho para la lectura cardiaca o sensor integrado en el propio reloj, con almacenamiento de datos, conectividad con otras aplicaciones, funciones para otros deportes…etc.
Como podrás imaginar, el precio también varía en función de las características, y vas a encontrar grandes diferencias de precio entre modelos.
Pero no te preocupes: si estás buscando un pulsómetro para correr y te han surgido dudas, en este artículo trataré de despejarlas para ayudarte a elegir tu primer pulsómetro para correr. ¿Me acompañas?
¿Qué Aspectos son Importantes a la hora de Elegir un Pulsómetro?
Además de fijarte en el precio, tienes que saber que hay pulsómetros que miden la frecuencia cardiaca a través de una banda en el pecho mientras que hay otros que lo hacen directamente en la muñeca. Hay pulsómetros con GPS que guardan la ruta que has utilizado y otros que no cuentan con esta funcionalidad.
Además, hay pulsómetros que se pueden utilizar para distintas actividades además del running, pudiendo para ello conectarlos a otros dispositivos, así como medir distintos parámetros de la forma de correr cuando se usan para esta actividad. Y todas esas características afectan a su precio, de modo que vas a encontrar pulsómetros en el mercado que van desde los 50 euros hasta más de 500 euros.
Como verás a lo largo de este artículo, tienes distintas opciones, y necesariamente afectan a su precio, por lo que el presupuesto va a ser un factor determinante a la hora de elegir. Pero no es menos cierto que, dentro de un rango de precios, existen distintos factores que pueden afectar a su precio, y puede que estés pagando por funcionalidades que realmente no vayas a necesitar.
Por eso, voy a tratar de recoger en este artículo esas funciones que debe (o no) tener tu próximo pulsómetro para que tomes la decisión correcta y trataré de identificar modelos concretos para que elijas bien y le saques todo el partido posible a tu inversión.
1. El GPS
Es uno de los principales elementos diferenciadores de los pulsómetros, agrupando estos en dos grandes grupos: pulsómetros con GPS y pulsómetros sin GPS.
Cuando uno piensa en GPS fuera del mundo del running lo primero que se le viene a la cabeza son los mapas. Pues bien: aunque existen algunos pulsómetros que pueden representar mapas, la mayoría de ellos utilizan el sistema de posicionamiento para calcular distancias recorridas y velocidades o ritmos de carrera.
La decisión de elegir un pulsómetro con GPS o uno sin GPS es importante, porque hay otras dos características muy ligadas a esta función: su precio y la duración de la batería.
- El precio. Como probablemente te hayas imaginado, el GPS es un componente que encarece el pulsómetro, por lo que un pulsómetro con GPS tendrá un precio superior a otro con similares características sin esta función.
- La duración de la batería. El GPS es uno de los elementos que más batería consume, por lo que cuando está activado, el uso del pulsómetro suele quedar limitado a pocas horas, frente a los pulsómetros que no llevan GPS, que pueden llegar a durar meses sin necesidad de cambiar la pila. Por este elevado consumo, los pulsómetros con GPS suelen disponer de baterías recargables.
¿Pulsómetro con GPS o sin él?
Si me permites una recomendación, salvo que únicamente corras en cinta en el gimnasio, elige un pulsómetro con GPS. ¿Por qué?. Pues porque en cuanto empieces a correr con asiduidad querrás conocer datos como la distancia que has recorrido o el ritmo que has mantenido en una salida, y si el pulsómetro que has elegido no cuenta con GPS no podrás contar con esos datos y al poco tiempo querrás cambiar de pulsómetro, por lo que es mejor que hagas la inversión una sola vez y te compres un pulsómetro con GPS.
Pero si no quieres el pulsómetro para correr o únicamente corres en cinta y lo único que te preocupa es conocer tus pulsaciones, puedes elegir un pulsómetro sin GPS y ahorrarte la diferencia de precio.
2. El Sensor de las Pulsaciones
Según el sistema de medición del ritmo cardiaco, existen dos grandes tipos de pulsómetros en el mercado:
- Los que utilizan un sensor acoplado a una banda o cinta que se coloca rodeando al pecho y que transmite la señal al reloj para ver los datos.
- Los que llevan el sensor en el propio reloj, realizando la lectura directamente en la muñeca mediante un mecanismo infrarrojo, sin necesidad de utilizar la banda.
Al respecto de qué es mejor o peor, la respuesta va a depender de los gustos y necesidades que tengas.
Hay a quien le resulta incómodo el uso de la banda, y por ello prefiere los pulsómetros con sensor integrado. Desde luego, el hecho de disponer del sensor en el propio reloj puede suponer una ventaja, sobre todo si usas el pulsómetro como reloj durante el día, porque siempre tienes el pulsómetro incorporado y puedes medir las pulsaciones en cualquier momento.
Pero no todo iban a ser ventajas, ya que al ser una tecnología relativamente nueva, hay detractores que aseguran que sus mediciones no resultan tan fiables como los de la banda de pecho.
Por otro lado, se me ocurren un par de situaciones en las que puedes echar de menos la banda del pecho:
- En invierno, cuando corres muy abrigado, si el pulsómetro no tiene banda tienes que llevarlo en contacto directo con la piel, lo que te puede obligar a correr algo “remangado” si quieres ir consultándolo. Con la banda no tienes ese problema, porque puedes ponerte el pulsómetro encima de la ropa para consultarlo en todo momento si lo deseas.
- Si lo vas a utilizar también para hacer ciclismo, los pulsómetros de cinta se pueden acoplar al manillar con adaptadores específicos y puedes ver en todo momento toda la información que te suministre simplemente mirando al acople del manillar. Si el pulsómetro lee de la muñeca, vas a tenerlo que llevar puesto en la muñeca, con lo que pierdes esa ventaja.
- En cuanto a su precio, los pulsómetros con lector integrado en la muñeca suelen ser un poco más caros que sus equivalentes de banda (contando que tienes que comprar el pulsómetro y la cinta, que aunque suelen venderse por separado suelen estar disponibles también en kit).
La solución ideal puede ser contar con un pulsómetro con lector integrado y ampliar el equipo con una cinta adicional siempre que el modelo permita medir también con sensores externos de cinta, para poder elegir lo que más te convenga en cada situación.
3. El Sistema de Descarga de Datos
Salvo que el pulsómetro sea muy básico y solo te facilite la información en el momento, lo normal es que vaya almacenando la información que registra en cada momento para poder transferirla luego a algún sistema donde puedas analizar los datos y almacenar históricos.
Hace algunos años cada sistema de transmisión podía ser diferente, con una tecnología propietaria de cada fabricante, y los medios de transferencia podían pasar por el uso de accesorios adicionales que, en ocasiones, se compraban por separado.
Hoy en día la mayoría de los fabricantes han ido cambiando estas tecnologías propietarias por mecanismos de transmisión por bluetooth, lo que los hacen compatibles casi con cualquier teléfono móvil u ordenador que tenga bluetooth.
Sin duda, a la hora de elegir tu pulsómetro te interesará que la tecnología utilizada para la descarga de datos sea lo más estándar posible para garantizar así la compatibilidad con tus periféricos presentes y futuros.
4. La Duración de la Batería
Uno de los detalles que debes consultar a la hora de elegir tu próximo pulsómetro es la duración de la batería.
En los pulsómetros sin GPS puedes encontrar equipos que funcionen con baterías integradas en el propio reloj y otros que usen pilas. En el caso de los pulsómetros GPS, lo normal es que lleven batería, porque el consumo que realiza el pulsómetro cuando está registrando datos es muy exhaustivo y la batería se agota en pocas horas.
Por ello, la duración de las baterías en uso puede ser un factor importante a la hora de elegir tu próximo compañero de carreras.
5. La Conectividad de Aplicaciones
En los últimos tiempos, en paralelo con el desarrollo de la tecnología de los pulsómetros, han ido apareciendo distintas plataformas tanto para recoger datos desde el teléfono móvil, como para almacenar los datos registrados en las salidas y facilitar herramientas de análisis de los mismos.
Los propios fabricantes se han subido al tren de la tecnología y todos ellos cuentan con sus propias plataformas para almacenar y analizar esa información, pero todas ellas son propietarias, de modo que su uso está limitado a los usuarios de la marca.
Muchos usuarios venían de utilizar aplicaciones de tracking independientes del fabricante, y, tanto si es tu primer pulsómetro, como si estás renovando el tuyo y deseas cambiar de marca, es posible que no quieras cambiar de aplicación para pasarte a la del fabricante. Los fabricantes, conscientes de este hecho, también han preparado sus soluciones para que los datos se sincronicen con estas otras aplicaciones independientes, por lo que si eres un fanático del análisis de los números o simplemente te gusta echarlos un ojo de vez en cuando, es posible que te interese esta característica.
Y aquí no acaba todo. Como te decía, hay muchos otros factores que determinan las similitudes y diferencias entre pulsómetros, que van desde su peso, estanqueidad o resistencia, a elementos como la programación de alarmas por tiempo o ritmo, la programación de entrenamientos, la medición de elementos ligados a distintos factores de la técnica de carrera, si están diseñados únicamente para correr o incorporan funciones específicas de otros deportes como el ciclismo o la natación, por poner un ejemplo.
Características Importantes para Elegir un Pulsómetro
Como te decía, hay múltiples características, pero las más importantes que tienes que tener en cuenta a la hora de elegir tu pulsómetro para correr serían:
- Si lleva o no GPS.
- Si es de banda/cinta o tiene el lector incorporado en el propio reloj.
- Sistema de transferencia de los datos.
- Aplicaciones nativas.
- Duración de pilas/baterías. Algunos pulsómetros tienen una batería interna recargable, con un duración variable que va de horas/días a varios meses.
- Peso. En general son bastante ligeros, porque están diseñados para correr con ellos y, cuando uno corre, hasta el último gramo cuenta.
- Resistencia al agua: en función de si están pensados para más o menos deportes, pueden ser sumergibles (normalmente los pensados en su uso en natación) o simplemente resistentes a salpicaduras.
Ahora que ya sabes qué es en lo que te tienes que fijar antes de comprarlo, ya puedes ir mirando para elegir el que más se adapte a tus necesidades y gustos.