Uno de los términos que parece que ha tenido mucha relevancia en los últimos tiempos en el mundo del running es el “drop” de las zapatillas, y su importancia a la hora de correr.
Pero, ¿sabes realmente qué significa este término?. Y, sobre todo, ¿es importante el drop a la hora de elegir las zapatillas para correr?. En este artículo vamos a intentar dar respuesta a estas y otras preguntas y cómo puede afectar esto a tu manera de correr. Si quieres saber si hay un drop mejor que otro, no te pierdas este artículo.
¿Qué es el drop de las zapatillas?
El drop de las zapatillas es la diferencia de altura que hay entre la parte trasera de una zapatilla o la zona del talón y la altura que hay en la parte delantera de la zapatilla, es decir, la zona de apoyo de los dedos del pie.
Para medirlo, normalmente se toma la medida en la parte media del talón, quitando la plantilla y teniendo en cuenta los tacos, y en la zona del antepié concretamente en la zona donde se apoyan los metatarsianos. La diferencia entre estas dos medidas es lo que nos da justamente el drop de la zapatilla.
Hay zapatillas y modelos en las que el propio fabricante facilita ese drop, puede estar grabado en la parte de atrás de la zapatilla, en la parte del talón, en la plantilla interior de la zapatilla o incluso en la parte lateral trasera de la misma, por lo que es más sencillo determinarlo. Si no aparece, siempre es bueno consultar en alguna review de algún modelo de zapatilla en concreto porque es muy probable que encuentres esa información.
El drop más habitual que puedes encontrar en el mercado son los que van desde el número 0 hasta el número 12, aunque también puede haber en menor medida, zapatillas con un drop de hasta 13 mm y zapatillas con un drop negativo, es decir, con mayor altura en la parte delantera que en la parte del talón. Este tipo de zapatillas pueden ser recomendadas por algún especialista para solucionar algún tipo de patología o lesión, pero realmente suele haber muy poquitas zapatillas de esta tipología que puede haber en el mercado.
Tienes que tener en cuenta además una cosa, y es el número de la zapatilla que utilices, ya que cuanto mayor sea el número que utilices, menor será la influencia del drop. Por ejemplo en una zapatilla del número 45, al ser mayor la distancia entre el talón y la zona donde se apoyan los metatarsos la influencia del drop se va a ver más diluída que por ejemplo en un número más pequeño, como puede ser un 37. Esto puede marcar la diferencia sobre todo entre las zapatillas para chicas y para chicos, dado que habitualmente las zapatillas de mujer tienen números más pequeños por lo general que las de hombre y por tanto, el efecto de un mismo número de drop puede ser menor en las de hombre si utiliza un número alto de zapatilla que en las de mujer con un número más pequeño.
Los drops más habituales de las zapatillas suelen ir entre 0 y 12, y según esto, podríamos hacer una clasificación en distintos grupos:
- Drops entre 8 y 12: son zapatillas que tienen mucha diferencia entre el talón y la zona del antepie, consideradas como zapatillas con mucha amortiguación adecuadas para los entrenamientos, y si van acompañadas de mucha estabilidad son adecuadas para personas con peso, con necesidad de correr cómodos, o personas que necesitan de una cierta protección para no caer en lesiones.
- Drops entre 4 y 8: es un drop que permite correr de una forma muy natural, por lo que se conocen como natural running. Dependiendo de la persona, cuando va con unas zapatillas con un drop muy alto, puede encontrar un poco difícil correr con naturalidad, por lo que este drop algo más bajo puede permitirte correr más rápido que en el caso anterior. Son zapatillas adecuadas para entrenamientos de calidad o para competiciones o carreras.
- Drops entre 0 y 4: son zapatillas catalogadas en algunos casos como minimalistas, aunque los defensores de esta corriente no las clasifican así. Este tipo de zapatillas tienen un drop muy bajito que te va a obligar a trabajar tu musculatura mucho más, por lo que si ya vas un poco forzado, es posible que con este tipo de zapatillas no vayas del todo cómodo.
¿El drop de una zapatilla puede modificar tu forma de correr?
Esta es la pregunta clave, y en lo que respecta al drop, hay veces que la teoría no acompaña a la práctica. A priori, y teóricamente, a mayor drop, de unos 12 o 13mm por ejemplo, debería facilitar el aterrizaje en el suelo con la zona del talón. Pero hoy en día hay cada vez menos zapatillas que tengan un drop de esta magnitud, y las que hay están asociadas a algún modelo muy concreto con mucho control de pronación. Además, muchas marcas del mercado están pasando de fabricar zapatillas con un drop 12 mm a uno más genérico de 8 mm.
Por el contrario, una zapatilla con un drop menor, 4 mm por ejemplo, lo que favorece es un aterrizaje más adelantado, con la zona de los metatarsos de los dedos de los pies. Si tenemos en cuenta esto, podríamos decir que un drop más bajo evita que corramos demasiado con el talón, proporcionando una posición más neutra del pie y mejorando la propiocepción del tobillo. Además, este tipo de drops tienen la capacidad de incrementar la sensación de contacto de tu pie con la superficie que pisas.
Ahora bien, no se puede atribuir un mayor índice de lesiones a las zapatillas con un drop bajo de por sí, porque al final, lo que lesiona es el uso que le des a una zapatilla y si has elegido la que mejor se adapte tanto a tus necesidades como a tu forma de pisar. Aquí es donde entra en juego la técnica de carrera que tenga cada corredor, y es que el hecho de tener una buena técnica de carrera te va a ayudar enormemente a reducir el riesgo de lesiones.
Por la simple forma de la zapatilla, los modelos con menos drop te ayudarán a pisar con la parte media del pie o con el antepié en vez de con el talón, y, por regla general, es mejor pisar con el mediopié o el antepié, pero siempre que tengas desarrollada la musculatura adecuada para poder hacerlo. Es decir, que tus gemelos estén fortalecidos, tu tendón de Aquiles preparado, tus músculos isquiotibiales sean tan fuertes como los cuádriceps, que tengas un tren inferior bastante flexible en su conjunto…etc.
Además, es recomendable que en el caso de querer cambiar de un drop alto a uno menor, lo hagas de forma progresiva cuidando mucho la técnica de carrera para poder adaptarte a ese cambio. La clave está en la adaptación, y si quieres hacer ese cambio, debes realizar ejercicios de fortalecimiento después de los entrenamientos para que el tendón de Aquiles, los sóleos y los isquiotibiales se vayan acostumbrando a ese cambio. Sólo de esa forma podrás conseguirlo y lograr que tu técnica de carrera sea más eficiente.
Entonces, ¿es tan importante el drop de una zapatilla para correr?
La respuesta a esta pregunta es sencilla, ya que sí es importante, pero no es lo más importante a la hora de elegir una zapatilla para correr. Como ya te comentamos en un artículo anterior, debes tener en cuenta otras variables como el peso que tienes, la necesidad de amortiguación que tus articulaciones necesitan, la altura del perfil de la suela, la anchura de la horma y la flexibilidad de toda la zapatilla en sí para que te permita correr de una forma cómoda y cuidando al máximo tu técnica de carrera.
Por eso, no conviene que te obsesiones con el drop y sobre todo, no permitas que sea la única característica que determine tu opción de compra de las zapatillas que vas a utilizar para correr.