El running está de moda, lo sabes y solo ves beneficios en su práctica: mejora tu estado físico, es ideal para una buena salud, ayuda a bajar peso o mantenerlo y además, es barato.
Pero como principiante, seguro aún te invaden muchas dudas antes de ponerte a correr: qué comer, cómo motivarte, cómo evitar una lesión, qué es imprescindible comprar… Por eso, hoy te voy a dar unos cuantos consejos muy básicos para que te prepares tanto mental como físicamente y puedas convertirte en un auténtico runner. ¿Me acompañas?
1. Encuentra tu Inspiración
Recuerda esto: todo corredor ha sido una vez un principiante. Esta es la primera etapa por la que debes pasar y la fase de la inspiración será esencial para que logres convertirte en un runner y no decidas rendirte. Eso sí, tienes que personalizarlo, dado que lo que te motive a ti no tiene por qué ser fuente de motivación para otra persona. Y para ejemplos, puedes tomar nota de los siguientes.
¡No Más Excusas!
Aquí no te van a valer excusas del tipo: ‘no creo que tenga tiempo esta semana’, ‘hace mucho calor/frío’, ‘parece que va a llover’…etc. Si quieres empezar a correr, vas a tener que desechar ese tipo de pensamientos porque te impiden cumplir tus metas.
Cuando se te ocurra una excusa, piensa automáticamente en el motivo por el que decidiste empezar a correr: ponerte en forma, adelgazar, tener una afición, cumplir con un reto personal… el que sea. El hecho de recordar ‘por qué quieres ser runner’ te motivará, así que mantén esa idea siempre en tu mente.
Registra Todos tus Avances
A veces quieres resultados demasiado rápido y que se note tu esfuerzo, pero como en cualquier deporte, tienes que tener paciencia y entrenar mucho hasta empezar a notar algo. Por eso es muy recomendable que registres todos tus progresos, por pequeños que sean, en un calendario, un diario o una aplicación para móvil.
Si llevas un registro de tus entrenamientos, estarás más motivado y te ayudará a seguir mejorando ya que podrás ver claramente tu evolución. Además, te sentirás un poquito culpable el día o los días que no hayas salido a correr porque la excusa haya sido más fuerte que la motivación para entrenar.
Ponte Metas Alcanzables
No tienes porqué ni debes ponerte metas imposibles. No es necesario aspirar a ganar una medalla de oro o correr una maratón en 6 meses, ni tampoco es la mejor idea de cara a mantener lejos el riesgo de padecer lesiones. Aunque pasen cosas en tu vida que te quiten las ganas de correr, no dejes de hacerlo. Vuelve a ello en cuanto puedas, sobre todo si los motivos que te han obligado a aparcarlo han sido ajenos a ti.
La persistencia es la clave. Por eso, cada vez que pienses en rendirte recuerda el esfuerzo y trabajo que ya has invertido en llegar hasta donde estás. No desperdicies todo el progreso que lleves hasta el momento, aunque sea poco, siempre tienes que seguir adelante.
Búscate Aliados
Una de las mejores maneras de no perder la motivación a la hora de practicar algo es compartirlo con alguien. Si te buscas un compañero/a de entrenamiento te resultará más sencillo no saltarte los entrenamientos y compartir dudas o nuevos descubrimientos.
Intenta que no sea una persona mucho más avanzada que tú o muy competitiva, porque la idea es compartir una afición, no dar lugar a una lucha de egos. Por otro lado, también puedes unirte a algún grupo de principiantes a través de Internet o de un grupo de conocidos de tu entorno. Conocer gente nueva también puede ser una buena motivación.
2. Preocúpate por Prevenir Lesiones
Para poder empezar a correr no necesitas estar en perfecta forma previamente, pero sí tener un mínimo de aspectos claros sobre tu salud y tu estado físico. Deberás tener en cuenta al menos, unas cuantas cosas importantes.
Si Tienes Dudas, Pregunta a tu Médico
Si en el pasado sufriste de algún tipo de dolencia, tuviste una operación que requirió de una difícil rehabilitación o tienes antecedentes familiares de problemas cardiovasculares u otras enfermedades, es mejor que acudas a tu médico. Infórmale de que quieres empezar a practicar running y que él te confirme si existe algún riesgo o problema por practicar este deporte.
Del mismo modo, si hace mucho tiempo que no te haces una analítica no está de más que te pongas al día. Piensa que así dentro de un tiempo podrás hacerte otro chequeo y ver cómo pueden haber influido en la mejora de tu salud tu cambio de vida y tus nuevos hábitos.
Asume que Tendrás Molestias
Cuando empieces a correr habrá días que tendrás molestias. Es algo que tienes que asumir, sobre todo al principio. Incluso corredores habituales tienen a menudo dolores puntuales que surgen al forzar un poco más un grupo muscular en un entrenamiento o por otros motivos.
No te asustes si notas calambres, dolores musculares o articulares. Esto es normal que al principio ocurra, mientras tu cuerpo se está acostumbrando a correr, pero es temporal y no te producirá daños graves a largo plazo. Si el dolor persiste tras varios entrenamientos, entonces sí que es mejor que acudas a tu médico y te asegures de que todo marcha bien.
No te Olvides de Estirar
Que seas principiante y no vayas a correr mucho al principio no significa que no tengas que realizar estiramientos. Dedica al menos 10 minutos cada día a realizar estiramientos dinámicos antes de entrenar. En este artículo te explico todas las claves para un correcto calentamiento, así que toma buena nota.
Estirando de forma adecuada, podrás preparar tus distintos grupos musculares para el esfuerzo que vas a realizar. También es una forma de evitar lesiones y reducir aquellas posibles molestias posteriores al entrenamiento que puedan aparecer.
3. Cuida tu Nutrición desde el Principio
Si quieres adelgazar corriendo lo primero que debes hacer es acudir a un nutricionista para que te recomiende una dieta que poder compaginar con el ejercicio que vas a realizar. Ya sea este tu objetivo a largo plazo o no, es importante que tengas en cuenta algunas cuestiones sobre nutrición.
No te Pases con los Hidratos
Para correr necesitas energía y los hidratos de carbono te la dan, pero hay que controlarse. Si corres 3 o 4 kilómetros a ritmo suave vas a quemar como mucho unas 200 o 300 calorías, por lo que es mejor ingerir cantidades modestas de hidratos. No lo quemas todo corriendo, y menos al principio.
De hecho, si vas a empezar a correr de forma regular, lo más recomendable es ingerir alimentos saludables durante todo el día y comer algo ligero al menos unas 2 horas antes de entrenar. Salir a correr sin alimento o habiendo hecho una comida muy pesada no es una buena idea, en ninguno de los casos.
Hidrátate Cuando lo Necesites
Es cierto que cuando empieces a correr vas a notar que sudas mucho, especialmente si corres en un clima cálido. Pero, a menos que seas un maratonista avanzado, de momento no vas a necesitar un plan de hidratación ni el consumo de bebidas energéticas. Así que bebe solo cuando tengas sed.
Con que bebas agua antes de salir a correr y un poco más después de realizar ejercicio será suficiente. No olvides evitar también el consumo excesivo de calorías en bebidas azucaradas. Si bebes durante el entrenamiento puede que aparezcan las poco deseadas punzadas laterales (flato), por lo que será mejor que lo dejes para antes y después del entrenamiento.
Evita Suplementos Innecesarios
No te compres todo aquello que intenten venderte para conseguir resultados más deprisa: complementos para adelgazar más mientras corres, productos milagrosos para correr más rápido, etc.
Lo más recomendable es que sigas una dieta sana, consumiendo alimentos naturales sin procesar (frutas, verduras, proteínas…etc.), ya que te dará el mismo resultado y te ahorrarás dinero y, en algunos casos, incluso disgustos.
4. Equípate Bien
Una vez que han quedado claros todos los puntos clave anteriores y ya estás preparado y convencido de que vas a convertirte en un auténtico runner, llega la hora de equiparte de forma adecuada. Poco a poco irás ampliando tu fondo de armario deportivo e invirtiendo más en tu equipo, pero para empezar tampoco necesitas tanto. ¡Sé realista!
Lleva un Buen Calzado
El elemento esencial que todo corredor necesita para practicar este deporte son unas buenas zapatillas, y por eso es importante elegir bien. No es nada recomendable que empieces a correr con zapatillas no deportivas u otro tipo de calzado no apto para el deporte.
Lo más recomendable es que primero te hagas una prueba para determinar cuál es tu tipo de pisada en un centro de deporte especializado, acudiendo a un podólogo o a un fisioterapeuta. De esta forma podrás saber si eres un corredor pronador, supinador o neutro y elegir las zapatillas adecuadas a tu pie, tu peso y tu forma de correr.
Usa Ropa Cómoda y Ligera
No hace falta que te hagas con lo mejor de la última temporada en ropa deportiva. Elige una vestimenta con la que vayas cómodo/a, que sea ligera y transpirable. Es muy importante no acumular el sudor mientras haces ejercicio y por eso, debes evitar a toda costa prendas de algodón.
Unos calcetines transpirables anti-rozaduras te pueden resultar muy útiles en tus entrenamientos. Y si eres mujer, no olvides llevar sujetadores deportivos que no sean ni demasiado holgados ni demasiado prietos, para que vayas cómoda y con una perfecta sujeción.
No Compres Gadgets por Comprar
Monitores de frecuencia cardíaca, acelerómetros, relojes GPS, podómetros, medidores del sueño, básculas que calculan tu masa muscular… Hay decenas y decenas de productos que encontrarás en el mercado diseñados especialmente para runners. Pero, ¿te has parado a pensar si son realmente necesarios para ti?.
Al principio yo te recomiendo que optes por algo sencillo, como un cronómetro o una pulsera que mide los parámetros más básicos. No es necesario que inviertas mucho dinero en un gadget al que de momento no le vas a sacar mucho partido. Sí que te puede resultar útil lleves un reproductor de música contigo, ya que escuchar tu música favorita siempre puede potenciar tu motivación y hacer más amenos tus entrenamientos.
Ahora solo Necesitas una Cosa Más: ¡Correr!
¿Ya tienes claro todo lo que necesita un principiante para empezar su aventura como runner? Como ves no es mucho, lo más importante es la convicción.
Debes ser persistente, olvidar las excusas y tener mucha paciencia. Así que ya sabes, después de tener claro lo que necesitas ha llegado la hora: busca un objetivo y un plan de entrenamiento y… ¡A Correr!